domingo, 20 de septiembre de 2020

 

Y MENOS HOY

Autor: Gustavo Ronsino

 

Y...que se yo...ahi nomas… La voy llevando como se puede. Ya va para un año que me jubilaron y estoy aca… de balde casi todo el dia. De tanto en tanto me entretengo un poco haciendo los mandados porque mi doña…en fin… no anda bien. Cada vez más perdida la pobre...se confunde los nombres, no sabe qué hace aca en la casa y se quiere ir. Y así estamos… Tengo que tener la puerta con llave y cerradas las manijas del gas hasta que  las pastillas le hacen efecto. Ahí… me reconoce medio a las perdidas. Cuando se puede arrancamos  juntos para la feria o para el mercadito del Tolo. Y Demoramos…sí, porque se quiere volver a cada rato pero al final, llegamos.  Ese Tolo sí que es un tipo macanudo. Conversador,  pícaro y  jubilado como yo.  Ferroviario de alma el Tolo… y yo metalúrgico a mucha honra… Primer Oficial Balancero…  No cualquiera llega a ser eso eh Tolo...y nos reímos.  Sabes Pipo yo te daría alguna cosita para que hagas aca pero viste...la cosa aflojo mucho y ahora esta ese chino que yo no sé Pipo,  no sé cómo hace para vender a esos precios. Encima... me da una bronca mira...que los mataría… Vecinos de años que yo les fiaba y ahora...mira vos...cada vez hay menos amigos como vos Pipo. Vos sabes que le tuve que decir al  muchacho que no venga más...¿sabes no?. Mira si llega algún mes y no te puedo pagar…¿ me entendes Pipo?...  Y yo lo entiendo al Tolo. Sí que lo entiendo. No es farabute como casi toda la gente hoy dia. Y él me entiende a mí.  Con mirarnos  nomas… Yo desde que no voy a la fábrica estoy mal. No hay caso. Yo no era así… Hace dos años ya desde aquel viernes. Chau Pipo,  mucha suerte viejo.  Adiós Ruiz, ¡gracias por los servicios prestados!... Yo ni fumaba siquiera. Ahora me despierto a las cuatro, como toda la vida queriendo agarrar la valija con las herramientas y salir a arreglar alguna balanza y me miro el tembleque en las manos y ahi se me van las ganas. Y empiezo a fumar. Dale que dale. Pero no lo hago a propósito. Qué se yo porque lo hago. Y voy al baño y después pongo la pava  y me siento a tomar mate en silencio y los ojos se me van derechito a esos cuadros donde estábamos con mi doña. Y me quedo mirándola un rato hasta que me tengo que sacar los anteojos y secarlos un poco. Así son las cosas… Vos tenes que pintar la casa viejo...renovarte sabes...porque la vida pasa...¿O no...?  me lo dijo mi hijo Julito la última vez que estuvo. ¿Cuándo fue?... Ah sí,  para el aniversario de la finada…el año pasado… Se la extraña a mi viejita andando por la casa arrastrando las chancletas... Bueno viejo…se me hace tarde. ¿Necesitas algo?.. El barrio cambio mucho desde que me jubilaron a mi. Lo que más me dolió fue que el Tolo tuviera que bajar la persiana.  No se lo merecía y el no quería, pero, se estaba endeudando y cada vez vendía menos. Aguanto todo lo que pudo.  Mucha gente se terminó yendo por los robos.  Pero a mí… que más me van a sacar... Ayer fui al médico y me dijo que ando bien y que tengo que salir a caminar un rato todos los días. Lo llame a Julito para contarle y me atendió mi nuera.  Le aviso a Yuli…quédese tranquilo Pipo.  No,  no se moleste Pipo, él lo va a llamar sabe… besito. Y corto. ¡Es asi nomas!... ¡Pasa Pipo!,  sentate viejo…que recién lo empiezo. Amargo como nos gusta a nosotros…toma,  ¿cómo te fue con el tordo?... Y… Bien si... pero viste Tolo... a mí no me gusta caminar y menos con estos fríos.  Y se lo dije al médico.  Me miro,  me hizo firmar el bono y después abrió la puerta,  me dio la mano y me fui. Cuídese don Ruiz, dijo antes de cerrar. Caminar...si...¿adónde voy a ir Tolo?...mas solo y tirado que un perejil… Anduve por el galpón acomodando trastos sabes y en un rincón apareció la bicicleta que era de Julito, la amarilla te acordas. ¿Porque me miras así Tolo?...la limpie bien che, y le infle las ruedas… y como quien no quiere la cosa…¡y bueno!... la saque a la vereda y me subí...a pedalear un poco… Esta como nueva.  Lustrada y todo.  Me acorde que me falta tomate y quiero hacerme una pizza esta noche y decirle al Tolo que se venga. Pedaleando despacio volví con la bolsa atada al portaequipaje. ¡Perdoname que le compre al chino Tolo!...  Y para aca y para allá…ya hace como un año que agarre la pedaleada… El tembleque de las manos me sigue pero me agarro fuerte del manubrio y casi que no lo siento. Le va a hacer bien para la operación me dijo el médico, pero acuérdese Ruiz … son veinte cuadras.  Nada más eh... Que se yo lo que me cambiaron adentro del bobo… me lo dijo el médico pero no me acuerdo. Yo me envuelvo en el echarpe azul cielo que me tejió mi doña hace como veinte años y pedaleando enseguida se me pasa todo.  Dale que dale al pedal,  y no sé cómo agarre para el lado de la casa de Julito. No se…nunca me había pasado de ir a algún lado sin querer ir. Ahí los veo... hice rápido... Ahi están… se ve que me esperaban porque están en la puerta. Se deben acordar que el mes que viene me caen los setenta encima. Mi nuera, el Julito y mi nieta Carolina con ese novio mas terco que tiene....Y… me parece a mí…o… ¿está mi doña en la vereda?... ¡La familia entera me mira pedalear y me espera!  y esta calle que se me hace más larga… ¡dura toda la vida!… No se termina más… Quiero apurar pero…me vienen unos pensamientos más raros...lo veo al Tolo que me llama…tengo un poco de tembleque en las piernas...mejor pego la vuelta. Ya me falta poco Tolo…Tranquilo Pipo…Si!... ahí esta mi Doña… Tranquilo…  Tengo que poder llegar eh… porque, al final, mal que mal, siempre se va a llegar … No los voy a dejar esperando Tolo… y menos hoy, que es el dia de mi velorio.

 

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