Y MENOS HOY
Autor: Gustavo Ronsino
Y...que
se yo...ahi nomas… La voy llevando como se puede. Ya va para un año que me
jubilaron y estoy aca… de balde casi todo el dia. De tanto en tanto me
entretengo un poco haciendo los mandados porque mi doña…en fin… no anda bien.
Cada vez más perdida la pobre...se confunde los nombres, no sabe qué hace aca
en la casa y se quiere ir. Y así estamos… Tengo que tener la puerta con llave y
cerradas las manijas del gas hasta que las pastillas le hacen efecto. Ahí…
me reconoce medio a las perdidas. Cuando se puede arrancamos juntos para la feria o para el mercadito del
Tolo. Y Demoramos…sí, porque se quiere volver a cada rato pero al final, llegamos.
Ese Tolo sí que es un tipo macanudo.
Conversador, pícaro y jubilado como yo. Ferroviario de alma el Tolo… y yo metalúrgico
a mucha honra… Primer Oficial Balancero… No cualquiera llega a ser eso eh Tolo...y nos
reímos. Sabes Pipo yo te daría alguna
cosita para que hagas aca pero viste...la cosa aflojo mucho y ahora esta ese
chino que yo no sé Pipo, no sé cómo hace
para vender a esos precios. Encima... me da una bronca mira...que los mataría…
Vecinos de años que yo les fiaba y ahora...mira vos...cada vez hay menos amigos
como vos Pipo. Vos sabes que le tuve que decir al muchacho que no venga
más...¿sabes no?. Mira si llega algún mes y no te puedo pagar…¿ me entendes
Pipo?... Y yo lo entiendo al Tolo. Sí que lo entiendo. No es farabute
como casi toda la gente hoy dia. Y él me entiende a mí. Con mirarnos nomas… Yo desde que no voy a la fábrica estoy
mal. No hay caso. Yo no era así… Hace dos años ya desde aquel viernes. Chau
Pipo, mucha suerte viejo. Adiós Ruiz, ¡gracias por los servicios
prestados!... Yo ni fumaba siquiera. Ahora me despierto a las cuatro, como toda
la vida queriendo agarrar la valija con las herramientas y salir a arreglar
alguna balanza y me miro el tembleque en las manos y ahi se me van las ganas. Y
empiezo a fumar. Dale que dale. Pero no lo hago a propósito. Qué se yo porque
lo hago. Y voy al baño y después pongo la pava y me siento a tomar mate en silencio y los
ojos se me van derechito a esos cuadros donde estábamos con mi doña. Y me quedo
mirándola un rato hasta que me tengo que sacar los anteojos y secarlos un poco.
Así son las cosas… Vos tenes que pintar la casa viejo...renovarte
sabes...porque la vida pasa...¿O no...? me
lo dijo mi hijo Julito la última vez que estuvo. ¿Cuándo fue?... Ah sí, para el aniversario de la finada…el año
pasado… Se la extraña a mi viejita andando por la casa arrastrando las
chancletas... Bueno viejo…se me hace tarde. ¿Necesitas algo?.. El barrio cambio
mucho desde que me jubilaron a mi. Lo que más me dolió fue que el Tolo tuviera
que bajar la persiana. No se lo merecía
y el no quería, pero, se estaba endeudando y cada vez vendía menos. Aguanto
todo lo que pudo. Mucha gente se terminó
yendo por los robos. Pero a mí… que más
me van a sacar... Ayer fui al médico y me dijo que ando bien y que tengo que
salir a caminar un rato todos los días. Lo llame a Julito para contarle y me
atendió mi nuera. Le aviso a Yuli…quédese
tranquilo Pipo. No, no se moleste Pipo, él lo va a llamar sabe…
besito. Y corto. ¡Es asi nomas!... ¡Pasa Pipo!, sentate viejo…que recién lo empiezo. Amargo
como nos gusta a nosotros…toma, ¿cómo te
fue con el tordo?... Y… Bien si... pero viste Tolo... a mí no me gusta caminar y
menos con estos fríos. Y se lo dije al médico.
Me miro, me hizo firmar el bono y después abrió la
puerta, me dio la mano y me fui. Cuídese
don Ruiz, dijo antes de cerrar. Caminar...si...¿adónde voy a ir Tolo?...mas
solo y tirado que un perejil… Anduve por el galpón acomodando trastos sabes y
en un rincón apareció la bicicleta que era de Julito, la amarilla te acordas. ¿Porque
me miras así Tolo?...la limpie bien che, y le infle las ruedas… y como quien no
quiere la cosa…¡y bueno!... la saque a la vereda y me subí...a pedalear un poco…
Esta como nueva. Lustrada y todo. Me acorde que me falta tomate y quiero hacerme
una pizza esta noche y decirle al Tolo que se venga. Pedaleando despacio volví
con la bolsa atada al portaequipaje. ¡Perdoname que le compre al chino Tolo!...
Y para aca y para allá…ya hace como un año que agarre la pedaleada… El
tembleque de las manos me sigue pero me agarro fuerte del manubrio y casi que
no lo siento. Le va a hacer bien para la operación me dijo el médico, pero acuérdese
Ruiz … son veinte cuadras. Nada más
eh... Que se yo lo que me cambiaron adentro del bobo… me lo dijo el médico pero
no me acuerdo. Yo me envuelvo en el echarpe azul cielo que me tejió mi doña
hace como veinte años y pedaleando enseguida se me pasa todo. Dale que dale al pedal, y no sé cómo agarre para el lado de la casa de
Julito. No se…nunca me había pasado de ir a algún lado sin querer ir. Ahí los
veo... hice rápido... Ahi están… se ve que me esperaban porque están en la
puerta. Se deben acordar que el mes que viene me caen los setenta encima. Mi
nuera, el Julito y mi nieta Carolina con ese novio mas terco que tiene....Y… me
parece a mí…o… ¿está mi doña en la vereda?... ¡La familia entera me mira
pedalear y me espera! y esta calle que
se me hace más larga… ¡dura toda la vida!… No se termina más… Quiero apurar
pero…me vienen unos pensamientos más raros...lo veo al Tolo que me llama…tengo
un poco de tembleque en las piernas...mejor pego la vuelta. Ya me falta poco
Tolo…Tranquilo Pipo…Si!... ahí esta mi Doña… Tranquilo… Tengo que poder
llegar eh… porque, al final, mal que mal, siempre se va a llegar … No los voy a
dejar esperando Tolo… y menos hoy, que es el dia de mi velorio.
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